Tuesday, September 20, 2005

Fuera chantajes: ni de ETA ni de la AVT

Por su enorme interés, además de acierto, reproduzco aquí la carta del director de Interviu

Fuera chantajes: ni de ETA ni de la AVT

La negociación Gobierno-ETA se va a convertir en la serpiente del otoño. interviú lleva meses informando de que el Gobierno y el PSOE negocian con HB para que ETA no sólo declare una tregua, sino que abandone las armas y deje de matar. Incluso desvelamos el nombre del dirigente socialista, un tal Egea, como el intermediario que estaba sondeando la disponibilidad de los aberzales radicales. Hasta que no se llegue a un principio de acuerdo con los batasunos o con los etarras, Rodríguez Zapatero ha ordenado a sus más estrechos colaboradores que sean discretos y desmientan cualquier información sobre esos acercamientos. Para La Moncloa lo prioritario es que ETA anuncie el abandono de las armas, no ir radiando cada contacto. Y en esa estrategia no se equivoca. Un proceso de negociación con una banda terrorista no se puede llevar a cabo con luz y taquígrafos, independientemente de que los periodistas nos enteremos por las ya consabidas filtraciones y se lo comuniquemos a la opinión pública. El cometido del Ministerio del Interior o del Gobierno es desmentir cualquier información. Como ha sucedido hace unos días. Por eso me llama la atención los comentarios de algunos compañeros en las tertulias mediáticas, que se creen a pies juntillas los desmentidos gubernamentales. Les recomiendo que no se fíen tanto de las palabras de los políticos, porque en materia de antiterrorismo los gobiernos tienen licencia para mentir. ¿Se imaginan una rueda de prensa en la que Alfredo Pérez Ru balcaba o José Blanco faciliten datos de una negociación secreta con una banda terrorista? Sería para una viñeta de Mortadelo y Filemón. En materia de terrorismo, hemos de delegar en nuestros representantes democráticos, y si se desvían de los compromisos parlamentarios o electorales, como el de una hipotética cesión al chantaje de ETA, siempre tenemos la opción de retirarles el voto en unas próximas elecciones.

Por tanto, sigo sin entender los ataques furibundos del Partido Popular y de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) hacia el Gobierno por las todavía virtuales negociaciones con HB y ETA. Un gobierno democrático está legitimado para conversar con representantes de una banda terrorista a fin de que dejen de matar. No es un derecho, es una obligación. Ha ocurrido ya en España, en el Reino Unido y en Perú. Y la AVT lo debe entender así. Eso sí, sin cesiones: primero abandono de las armas y después generosidad del Estado, como ya sucedió con ETA políticomilitar o con ETA VIII Asamblea. El Gobierno posee los resortes suficientes para modular esa gracia y la suficiente sensibilidad para que las medidas que adopte no beneficien a los etarras más sanguinarios.

Entiendo que a muchas de las víctimas se les revuelven las tripas por el simple hecho de pensar que el asesino de su padre o de su hermano pueda ser trasladado a una cárcel próxima a Euskadi o que un colaborador del comando, que no está condenado por delito de sangre, pueda quedar en libertad tras el cumplimiento de una parte de la condena. Pero algo similar es lo que, al final, va a suceder. Siempre ha sido así, en todos los procesos de negociación. Si este país ha superado los odios de la Guerra Civil tras una modélica Transición, por qué no va a estar preparado para asumir un acuerdo con una banda terrorista que lleva matando desde hace cuarenta años. Resulta fuerte, pero el Gobierno tiene la obligación, además de la judicial y la policial, de que la AVT no siga aumentando su lista de afiliados. Zapatero gobierna para cuarenta millones de españoles, no para unos pocos miles.

Creo que Alcaraz, el máximo dirigente de la AVT, se equivoca cuando busca una confrontación con La Moncloa. No tiene razón cuando afirma que ETA va a ganar en su chantaje a un Estado débil y que el Gobierno, literalmente, “va a sacar rédito político para adelantar las elecciones”. ¿Y qué? Habría que felicitarlo si esas negociaciones logran el final de ETA. Alcaraz también ha anunciado que va a organizar movilizaciones en toda España. Suena a chantaje, y chantajes, pocos: ni de ETA ni de la AVT. Las hemerotecas son un gran enemigo para los desmemoriados y en ellas no encuentro descalificaciones contra el anterior Gobierno de José María Aznar cuando, de manera también legítima, decidió emprender en su primera legislatura unas negociaciones, directamente, con la banda terrorista. Fuera caretas: si Alcaraz quiere hacer política, que se presente en las próximas elecciones por el PP.

© Ediciones Zeta S.A. 2005

1 Comments:

Blogger 3dm said...

Cómo no va a hacer política la AVT o Alcaraz teniendo en su organización como presidente de honor a Aznar.

Está todo muy claro.

7:15 PM  

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