Wednesday, November 09, 2005

Se quitan la careta

En los últimos días hemos visto de modo constante imágenes de los disturbios que asolan Francia de punta a punta.
Los desheredados de la tierra han dicho basta, y con unos métodos poco edificantes han decidido canalizar su frustración con una ola de violencia que, precísamente por su carácter, merece una condena.
Pero no es menos cierto que, al mismo tiempo que condenamos la violencia de los que no tienen ningún instrumento para sobrevivir, debemos condenar la pasividad existente en los últimos años en las diversas administraciones francesas, especiálmente desde la de Alain Juppè ya bajo presidencia de Chirac, que no han puesto ningún plan de inversiones efectivo que saque de la marginalidad a los ghettos que sufren estas desigualdades.
Algunos analistas han aprovechado que el Pisuerga pasa por Valladolid para advertir de una ola de islamismo incontrolado que se extenderá por toda Europa...en mi modesta opinión eso es desconocer la realidad.¿Qué algún fanático incontrolado haya metido baza y quiera teñir la protesta con una reivindicación de tipo islámico? Sin duda, pero de ahí a llamarlo ola de islamismo incontrolado...va un trecho.
Pero lo más preocupante ha llegado hoy, cuando Nicolas Sarkozy, futuro presidenciable por la coalición de derechas, ha dicho en sede parlamentaria que invita a todos los prefectos a EXPULSAR a TODOS los EXTRANJEROS (legales o no) que sean condenados con motivo de las revueltas.
Esta, y no otra, es la careta de la derecha reaccionaria, la faz de la insolidaridad, de la injusticia, del populsimo, del odio a lo diferente.
Hoy en Francia ha desaparecido de golpe la diferencia entre derecha y extrema derecha, probablemente de modo no casual, habida cuenta de las aspiraciones de Sarkozy.
La derecha ha preferido extirpar el tumor sin analizar cúal es la enfermedad. Ese es el discurso del miedo, la demagogia populista de la que impregnan los conservadores sus discursos, la doble moral de toda esta caterba de reaccionarios que sueñan con poner un muro de la vergüenza en Melilla, Ceuta, Sicilia, Grecia y los países del Este con el objetivo de blindar la sagrada Europa del influjo del extranjero malvado.
Mal camino este, esperemos que no cree escuela.

3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Jajaja... de verdad, lo que hay que oír. Nene, Francia es con diferencia el país que destina mayor cantidad de fondos a la integración de los 'desheredados del planeta'. Aquí, en la tele, sólo se habla del
FRACASO DE LA POLÍTICA SOCIAL, que es más que evidente. Pero bueno, como supongo que tú tienes fuentes mucho más fidedignas para constatar ese odio a 'los diferentes', te creeré.

Mejor que yo, escribe sobre el tema.
http://batiburrillo.redliberal.com/005784.html

Pero vamos, no hagas caso. Ellos son malos, y vosotros buenos. Muy buenos.

5:33 PM  
Anonymous Anonymous said...

Quiero recordarte que en vuestra adorada Francia, ya en las pasadas elecciones se enfrentaron la derecha con la extrema derecha: Chirac contra Le Pen. Si Sarkozy va a las presidenciales, de nuevo se enfrentará contra el candidato de extrema derecha, osea que deséale suerte.

Los que tienen sumidos en la pobreza a los marroquíes, argelinos, tunecinos, etc, son sus respectivos gobiernos, no los europeos. Los marroquíes no son ciudadanos, son subditos del Sultán, ese amigo de ZP, ese que dispersa a los subsaharianos a tiros, los sube en autobuses y los deja en mitad del desierto, ese que pesee el país como quien posee un cortijo.

No nos vengas con complejos ni con culpas

9:31 PM  
Blogger Miguel K. Stobbs Serrano said...

Francia no es el país que más destina a la integración, son los países nórdicos, y con una diferencia abismal.
Francia siempre ha llevado a cabo políticas de asimilación, no de integración, y de hecho más de uno ponía el grito en el cielo cuando Karembeu decía que se sentía Caledonio.
No adoro Francia, ya que es un país que practica una política muy nacionalista y antiliberal en todo sentido. Siempre he dicho, y no me canso de repetirlo, que mi modelo son los países nórdicos, por su nivel de libertad, de protección, de integración, de oportunidades para todos, de igualdad. Baste decir que en Dinamarca el 10% que representa al quintil inferior en el escalafón social dispone del 80% del salario medio.
Marruecos me parece una dictadura condenable en todos sus extremos, y Mohammed VI me merece el mismo respeto que cualquier caudillo, ninguno.
No soy ni mejor ni peor que nadie, pero tengo una opinión, y la defiendo a mucha honra y con mucho orgullo.

10:21 PM  

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