La fascinación por Zapatero.

He vuelto de Italia completamente ebrio de orgullo patrio y satisfacción ideológica. Nada más llegar allí me di cuenta de que España es un valor en alza, el fruto de un buen trabajo, y que, a pesar de no estar en el pelotón de cabeza, debemos estar satisfechos de donde estamos.
En las largas conversaciones políticas que mantuve con mis compañeros y amigos italianos surgieron mil preguntas sobre España. Todas ellas tenían un hilo conductor: la fascinación por Zapatero.
El Secretario General de la Sinistra Giovanile en Campania me decía: "si nos dejarais 15 minutos a Zapatero muchos de los males de Italia se irían de un plumazo". Puede que tenga razón.
Una de las personas con las que hablé, y que no recuerdo exactamente quien era, me comentaba su seguridad en la futura victoria del PSOE en 2008. Yo le respondía que habría que verlo, que las cosas estaban muy calientes con el proceso de paz, y que la derecha estaba realizando una campaña del miedo que le estaba aportando réditos en la opinión pública, si bien se trataba de una mera operación cosmética, habida cuenta de la indigencia del PP a la hora de proponer medidas sustanciales más allá de las grandes frases vacías. No se lo podía creer. La frase exacta era: "¿No serán capaces los españoles de derrotar al mejor primer ministro desde Olof Palme?"
Esta cita, teniendo en cuenta la admiración que tengo por el ex-primer ministro sueco, me llenó de esperanza. La Historia juzgará a Zapatero y le juzgará como se merece.
Que los italianos tengan esta admiración por una España que arrivó 30 años más tarde a Europa es signo de que algo habremos hecho bien en nuestra historia reciente. Que Zapatero levante tanta admiración significa que no podemos permitirnos el lujo, tan español por cierto, de dejarnos llevar por la campaña torticera de la derecha.
Invito a tod@s a realizar una lista con las medidas de calado aprobadas por este Gobierno y las alternativas planteadas por el PP. Una vez que comprobemos que la columna de la derecha está desierta seremos conscientes de la realidad a la que nos enfrentamos.