Narbona y los 60 litros
Las palabras de la Ministra de Medio Ambiente hablando de penalizar a aquellos consumidores de agua que superen los 60 litros por día han levantado una fenomenal polvadera, y con razón.
Cuando un político habla debe saber que sus palabras van a amplificarse, para bien o para mal, a lo largo de todo el Estado, y ello aconseja que mida sus palabras si no quiere meter la pezuña hasta el corbejón.
Esto es, precisamente, lo que le ha sucedido a Cristina Narbona, que en un alarde de improvisación y desconocimiento ha sugerido un consumo que ni por asomo satisfaría las demandas de agua normales dentro de una familia media. Por poner un ejemplo, una lavadora gastaría más de esa cantidad en un lavado dentro de una familia de tres integrantes.
Pero que la frase de la Ministra sea criticable no debe ocultarnos la importancia del debate abierto. En España se consume muchísima agua, y es necesario tomar medidas que conviertan el consumo de un bien antaño inagotable en sostenible si no queremos ver como el agua se convierte en un recurso escaso parecido al petróleo (recordemos que ya hay mercados de futuros en los que se hacen premoniciones sobre el valor del agua).
España goza de una factura del agua muy barata, y ello provoca que el gasto excesivo no sea visto como un problema directo, ya que no penaliza nuestros bolsillos. De lo que se trata es de dotar de eficiencia al consumo, haciendo que se gaste la cantidad necesaria, y caragando un extra por el agua desperdiciada.
¿Significa eso que la mayoría de consumidores deben pagar más? No, de ningún modo, puesto que la mayoría de los consumidores no querrán pagar más de lo necesario, y moderarán su consumo para, sin descuidar sus necesidades, ahorrar. Sólo aquellos consumidores que se excedan sin justificación deberán pagar un sobrecoste, lo cual no parece injusto.
Pero aún hay más, la precaución para evitar pagar una penalización puede provocar, incluso, que las familias paguen menos en su recibo del agua gracias a un consumo mesurado.
Mi propuesta es que no se fijen consumos aleatorios, si no que se haga en función de unos coeficientes adaptados a cada tipo de familia e individuo. Así no consume lo mismo una familia con un hijo o hija de 3 años que una familia sin hijos, o una viuda.
De este modo las casas que necesitasen más consumo podrían consumir sin demasiado temor, puesto que su margen sería mayor.
La cantidad expresada por la Ministra parece demasiado escasa, tal vez fuera mucho más realista tratar de reducir el consumo a unos 90-100 litros por persona y día, lo cual ya reduciría en un 40% el consumo actual.
Es bueno abrir un debate como este, que puede ayudarnos a encarar un dilema fundamental en este inicio del siglo XXI. Lo que no es admisible es que una Ministra con afán de cámara genere alarma de donde no la hay.
Esperemos que la niebla generada no tape el debate de fondo.
3 Comments:
La mayor perdida de agua se produce en los trasvases, conducciones, fugas etc, eso sin contar con el uso industrial descontrolado y el de los campos de golf, piscinas, parques acuaticos etc.
Que se pretenda culpar a la familia de l uso abusivo es patetico. Está calro que tenemos que controlar el gasto de agua con medidas faciles como no usar el water como papelera, ducharse, cerrar el grifo etc, pero lo que de verdad debe hacerel gobierno es arreglar conducciones de agua, hacer presas (tanto como se le criticaba a Franco esta empresa) y denegar permisos de campos degolf o imponerles fuertes impuestos ya que se trata de un lujo carisimo. lo mismo para las piscinas.
Un saludo
Estamos de acuerdo, lo primero es ir en contra de los que más gastan descontroladamente. Pero ello no es óbice para que el consumo familiar trate de moderarse.
Completamente de acuerdo.
Hoy he leido en el periodico que un campo de golf gasta al año en agua lo mismo que una ciudad de 12.000 habiatantes. Da que pensar...
Un saludo
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