El PP y la igualdad

Decía el otro día que la oposición del PP se estaba reduciendo única y exclusivamente a los aspectos más emotivos y viscerales de la agenda política.
Muestra de ello, más allá de la intención de lanzar la sangre terrorista a la cara del PSOE, es la votación hoy en el Congreso de la Ley de Igualdad, una de las leyes sociales más ambiciosas de Europa.
El Gobierno ha pactado con TODOS los grupos del arco parlamentario dicha ley que reconoce, entre otras cosas, el aumento del permiso de maternidad, el permiso de paternidad desvinculado del de la madre, los principios de cotitularidad, la visibilización del 50% de la ciudadanía que, aún hoy, permanece en las sombras para multitud de asuntos, etc.
Sólo el PP no apoyará el reconocimiento de la igualdad jurídica y el fomento de acciones en favor de la igualdad real de ambos sexos. De hecho, Ángel Acebes ha calificado la ley como "absurda y excluyente".
Merece toda reprobación el PP, que continuamente ha venido oponiéndose a las diferentes legislaciones reconocedoras de derechos y libertades para toda la ciudadanía, para después, curiosamente, hacer uso y abuso de dichas leyes.
Baste recordar, de modo singular, su oposición a la ley del divorcio, que Paco Álvarez-Cascos ha utilizado hasta en dos ocasiones; o su negativa a apoyar las medidas tendentes a agilizar los juicios en casos de violencia de género, física o moral, que han servido a la dirigente del PP Cristina Coto para que de un día para otro condenaran a su compañero de partido Luis Madiedo por vejaciones.
La oposición del PP, esa esquizofrenia política que niega a los demás lo que quieren para sí, reconociendo sin el menor pudor su apetencia por la vuelta a la sociedad elitista con la que tanto goza la derecha.