Tuesday, March 25, 2008

El derecho a morir en paz.

La Iglesia Católica, esa secta que gusta de decir a los demás lo que deben hacer, anda en cruzada contra el derecho a la muerte digna.
Siempre he manifestado que no tengo nada en contra de que la Iglesia le haga la puñeta a sus fieles, al fin y al cabo el que decide atender a sus preceptos lo hace voluntariamente. Ahora bien, ya es más discutible que yo deba aguantar las moralinas de un dogma que ni comparto ni me parece digno de atención conceptual. Y junto conmigo, deben aguantar el sedimento de la cultura judeocristiana del sacrificio extremo millones de personas que no pensamos que la eutanasia sea pecado.
Si Cañizares, Rouco, Martínez Camino, y demás ralea quieren morir expulsando bilis por la nariz es su problema, pero que me dejen a mi en paz si me apetece recibir un kilo de morfina el día en que no sepa el nombre de mis hijos y me haga mis necesidades encima.
El PSOE parece no querer discutir sobre esto. Mal hecho. Extender derechos a los que quieran ejercerlos es un signo de progresismo. ¿A caso no era este el argumento bajo el que se apostó por ir hasta el final con el tema del matrimonio homosexual?
No queremos obligar a nadie a recibir una muerte digna, ni cuidados paliativos. Pero sí que queremos que se nos reconozca el derecho a decidir cómo queremos pasar a mejor vida.

P.D.: Supongo que ya os la habrá recomendado mucha gente, pero no por ello lo dejaré de hacer yo: ved Zeitgeist (http://zeitgeistmovie.com). Aunque la última parte es bastante floja, y el relato sobre el 11S mezcla algo de realidad con cierta conspiranoia, la parte en la que habla sobre las religiones es fantástica.

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13 Comments:

Blogger José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre said...

¿Qué manía con impedir que la Iglesia hable a sus fieles? ¿En base a qué no puede decir lo que le convenga a sus fieles? ¿En base a qué sindicatos y ciertos "intelecutales" pueden decir lo que está bien y la Iglesia no puede hablar? ¿En qué Estado democrático estamos que sólo puede hablar la izquierda? Que tu defiendas matar a alguien, tú mismo, pero respeta a los que no piensa como tú.

2:47 PM  
Blogger Miguel K. Stobbs Serrano said...

Les respeto, siempre y cuando reconozcamos que la Iglesia coacciona a la sociedad civil y política cada vez que alguien trata de debatir sobre sus sacro santos mitos.
Me parece bien que la Iglesia moralice a sus fieles, pero que no se atreva a extender su dominio sobre aquellos a los que nos parece una secta destructiva y peligrosa

7:37 PM  
Anonymous Anonymous said...

Con qué martilleante insistencia la izquierda repite una y otra vez los mismos tópicos, mercancía ideológica averiada. Nos das una homilia sobre la eutanasia al mismo tiempo que despotricas de la Iglesia porque da homilías en contra de la eutanasia. La Iglesia respeta tu derecho a decir lo que te dé la gana, ¿y tú? Qué murga con la Iglesia, que insistencia visceral, y te lo dice un agnóstico. Aparte de que desconoces un principio que la Iglesia admite, que es el rechazo de lo que se llama encarnizamiento terapéutico. Me parece muy bien que estés de acuerdo con la eutanasia. Me parece muy bien que la Iglesia esté en contra. Que se haga una ley y que la gente vote si quiere o no quiere. Pero si no quieres sermones, no los des tú tampoco, y si los das, no vengas luego llorando porque la Iglesia también los da, pero con una opinión contraria a la tuya. Qué amor por el respeto a la libertad de expresión ha tenido siempre la izquierda. Deja a la gente que vaya a misa si quiere o que vaya a la mezquita, y no creas que lo hacen sin libertad; no quieras tú guiarlos, pastor de hombres. En un país donde existe una cosa que se llama libertad de expresión, un cura o un obispo tiene derecho a decir lo que le sale de debajo de la sotana, y punto. No aceptar eso es no aceptar la libertad de expresión o aceptarla solo para los que piensan como yo.

11:54 PM  
Blogger José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre said...

¿Cómo Miguel? ¿En qué basas qué coacciona la Iglesia? ¿Qué poder tiene para coaccionar la Iglesia a la gente? ¿No estamos en una sociedad democrática que todo el mundo puede decir lo que le dé la gana (dentro de los límites constitucionales)? Y como estamos en una sociedad democrática el que le dé la gana puede optar por creer a la Iglesia o no. ¿O es que consideras estúpìda a la gente que el Gobierno o la izquierda tiene que tutelar a los ciudadanos para defenderlos de la pérfida Santa Sede?

1:28 PM  
Anonymous Anonymous said...

Llevas toda la razón del mundo sobre el derecho a morir libremente. Que tal si todos los que pensais así, como tenemos que morir tarde o temprano no os quitais la vida voluntariamente antes de llegar a esa situación?

10:18 PM  
Blogger Ramón_Lozano said...

Con lo de la Iglesia estoy de acuerdo con josé enrique y por eso me sorprende que a la gente de izquierdas lo que más os gusta de Zeitgeist sea la parte sobre las religiones. A mi me pareció interesante esa parte pero vi cosas que parecían cogidas con alfileres y al fin y al cabo nos cuenta algo que ya sabíamos, que todo eso es un mito, lo cual no desacredita para nada a la religión católica.

Ya sé que lo del 11S da miedo creérselo porque es fácilmente extrapolable a muchas situaciones y lo de los bancos es un tema complejo pero bastante bien argumentado, y después de ver que JP Morgan ha sido una gran beneficiada de la crisis americana actual...

11:52 AM  
Blogger Miguel K. Stobbs Serrano said...

Voy a cerrar un poco mi posición, para no tener que contestar comentarios fuera de lugar:
Me parece muy bien que los católicos se quieran morir como gusten, o cuando Dios les llama. No tengo nada en contra de que crean en lo que quieran, faltaría más.
Sólo defiendo el derecho de aquellos que no seguimos el dogma católico a librarnos de su acervo cultural en temas como el de la muerte, por ejemplo. Yo no le debo la vida a Dios, se la debo a mi madre. Mi vida no es un regalo de Dios, es fruto de la cópula entre dos seres sexuados que devino en el fenómeno reproductivo.
Desvestida mi existencia del fenómeno moral cristiano, defiendo que aquellos que creemos en nuestra existencia como algo desgajado del plan maestro de un ente superior podamos, en caso de penuria extrema, en caso de estado de necesidad, acabar con el sufrimiento del modo más digno.
Para ser más claros: el caso de la ciudadana francesa aquejada de un tumor incurable en la cara. ¿Quién defiende su existencia en esas circunstancias, máxime cuando ella clamaba por morir en paz?
Y no, no estoy a favor del suicidio habitual, so demagogo, estoy a favor de la eutanasia terapéutica.

2:39 PM  
Anonymous Anonymous said...

Para ese viaje no hacían falta alforjas. Podías haber empezado por ahí. De hecho te bastaba la última frase de tu comentario: estás a favor de la eutanasia terapéutica. Pues muy bien. Otros están en contra, como la Iglesia, y expresan su opinión igual que tú. Para defender el derecho a una muerte digna no te hacía falta mencionar a la Iglesia. Bastaba con que expusieras el principio y las razones por las que lo sostienes. No mencionas ni razones, ni circunstancias, ni supuestos, ni nada. Eso sí, nos ha quedado muy claro que si la Iglesia, que si una secta, que si Rouco, que si bilis y demás pastiche habitual. Tu artículo es más un ataque a la Iglesia por su postura que una defensa de la eutanasia. Sí, ya nos ha quedado claro que te parece muy mal la postura de la Iglesia, puesto que en tu último comentario también insistes en ello. Seguramente a la Iglesia le parece muy mal tu postura. ¿Y qué? Para defender el derecho a la eutanasia terapéutica no hace falta mencionar a la Iglesia, cosa que tú haces una y otra vez.
Por lo demás, lo que pides es algo que se tendrá que legislar, y punto. No sé a qué viene volver con lo del acervo cultural y pamplinas. Si se legisla y se aprueba, la Iglesia se opondrá, naturalmente, pero se tendrá que aguantar, como sucede con el tema del aborto ¿o te parecería normal que le pareciera bien y lo aplaudiera? En lo más hondo de un corazón progre hay un deseo de amordazar al que piensa de forma diferente y se atreve a decirlo. ¿Cómo se explica, si no, ese ataque furibundo a la Iglesia sencillamente por decir lo que piensa?
Ahora, si quieres, hasta podemos discutir sobre la eutanasia, pero por favor, deja de dar la murga con la Iglesia y los católicos. Mira, yo soy agnóstico y estoy en contra de la eutanasia.

8:38 AM  
Blogger Miguel K. Stobbs Serrano said...

La mención a la Iglesia viene a cuento de la obsesión de su jerarquía por inmiscuirse en las decisiones políticas.
Iglesia y Estado deben estar separados, quedando la Iglesia en su papel de conductor espiritual de aquellos que quieran seguir sus teorías.
El tema de la eutanasia debe salir a la arena política, puesto que la sociedad lo demanda desde hace años. Pero es un tema tabú, y una de las razones reside en la enorme presión del lobby católico para que el tema continúe en las catacumbas del debate.
Hay países en los que la presión de la Iglesia es aún más insoportable. Pregúntales si no a los homosexuales polacos, sobre todo a aquellos que viven en zonas rurales.
Por cierto, cuando la Iglesia se lanza a la arena de la discusión, y los católicos secundan su derecho a hacerlo, aquellos que tenemos la idea de que la Religión es un cáncer para el progreso humano podremos expresarnos con los términos, razonados del modo que estimemos, que queramos, ¿verdad?
Una cosa más, los que me conocen saben cúal es mi idea de la libertad de expresión, y de la libertad de pensamiento. No soy, precisamente, un censor de derechistas. Pero en fin, atacar en lugar de razonar es demasiado fácil.

3:30 PM  
Anonymous Anonymous said...

Y dale con la Iglesia, el tío. No acabas de entender que en una democracía, la Iglesia tiene todo el derecho del mundo de inmiscuirse en la vida política. ¿Tú tienes claro el concepto de democracia? La Iglesia, como cualquier otra asociación de particulares, tiene todo el derecho de valorar las decisiones políticas, pedir el voto a quien le plazca, criticar al gobierno, comprar acciones, manifestarse, pedir subvenciones, organizar rifas, montar una misa o un partido de fútbol. La Iglesia es un chiringuito del que forman miembros particulares con los mismos derechos que tú, y por lo tanto tienen derecho a inmiscuirse en la vida política, como los sindicatos, ONG's, partidos políticos y demás asociaciones de ciudadanos.
Ya sé que a ti te gustaría que la Iglesia estuviera calladita y fuera solo un conductor espirtual y no se metiera en polícia. ¿En virtud de qué principio, si se puede saber? ¿En virtud de qué razones tiene la Iglesia menos derecho que cualquier otra asociación de meterse en política? ¿Cuál decías que era tu idea de la libertad de expresión y de pensamiento? ¿Incumple la ley la Iglesia? Pues a mí me da igual que celebren procesiones o que monten orgías. Como ciudadanos tienen derecho a participar plenamente en la vida política.
Si es que no se le pude pedir a un peral que dé manzanas. Rascas un poquito el barniz demócrata de un progre y asoma la veta totalitaria enseguida.
Por supuesto que tú tienes derecho a opinar de la Iglesia lo que quieras, pero la base de tu argumentación es que la Iglesia no debe meterse en política. Presumo que piensas que la Iglesia "no tiene derecho" a meterse en política. Pero no hay que confundir la realidad con los deseos.
Ah, ¿que te gustaría que la Iglesia no tuviera derecho a meterse en política? Ahora nos vamos entendiendo mejor. Pero lo tiene, fíjate, cosas de la democracia.
Y te habla un agnóstico, por cierto.

7:57 PM  
Blogger José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre said...

Miguel me parece perfecto que tú defiendas lo que creas conveniente pero lo que no es aceptable es que pretendas recluir a la Iglesia sólo a los sermones en misa. Pretender eso choca frontalmente con el art. 20 de la Constitución.

12:22 PM  
Blogger Hispanicus said...

la Iglesia no coacciona a la sociedad civil y política, no seas tan maniqueo, a la Iglesia le escuchan sus fieles, o ¿tu por que diga la Iglesia que está en contra del aborto, le haces caso?

Me parece bien que el gobierno socialista moralice a sus fieles, pero que no se atreva a extender su dominio sobre aquellos a los que nos parece una secta destructiva y peligrosa.

9:47 PM  
Anonymous Anonymous said...

Voy a poner un texto de la encíclica Evangelim Vitae, de Juan Pablo II. Lo he pillado de otro blog progre. Esa es la doctrina de la Iglesia con respecto a esto de "morir en paz". Teniendo en cuenta que la postura de la Iglesia en el aspecto de los cuidados paliativos (que no la eutanasia) es básicamente la misma que la defendida por el autor del blog, se puede ver lo informados que están los progres cuando se ponen a criticar las posturas de la Iglesia.

De ella (la eutanasia) debe distinguirse la decisión de renunciar al llamado « ensañamiento terapéutico », o sea, ciertas intervenciones médicas ya no adecuadas a la situación real del enfermo, por ser desproporcionadas a los resultados que se podrían esperar o, bien, por ser demasiado gravosas para él o su familia. En estas situaciones, cuando la muerte se prevé inminente e inevitable, se puede en conciencia « renunciar a unos tratamientos que procurarían únicamente una prolongación precaria y penosa de la existencia, sin interrumpir sin embargo las curas normales debidas al enfermo en casos similares ». Ciertamente existe la obligación moral de curarse y hacerse curar, pero esta obligación se debe valorar según las situaciones concretas; es decir, hay que examinar si los medios terapéuticos a disposición son objetivamente proporcionados a las perspectivas de mejoría. La renuncia a medios extraordinarios o desproporcionados no equivale al suicidio o a la eutanasia; expresa más bien la aceptación de la condición humana ante al muerte.

En la medicina moderna van teniendo auge los llamados « cuidados paliativos », destinados a hacer más soportable el sufrimiento en la fase final de la enfermedad y, al mismo tiempo, asegurar al paciente un acompañamiento humano adecuado. En este contexto aparece, entre otros, el problema de la licitud del recurso a los diversos tipos de analgésicos y sedantes para aliviar el dolor del enfermo, cuando esto comporta el riesgo de acortarle la vida. En efecto, si puede ser digno de elogio quien acepta voluntariamente sufrir renunciando a tratamientos contra el dolor para conservar la plena lucidez y participar, si es creyente, de manera consciente en la pasión del Señor, tal comportamiento « heroico » no debe considerarse obligatorio para todos. Ya Pío XII afirmó que es lícito suprimir el dolor por medio de narcóticos, a pesar de tener como consecuencia limitar la conciencia y abreviar la vida, « si no hay otros medios y si, en tales circunstancias, ello no impide el cumplimiento de otros deberes religiosos y morales ». En efecto, en este caso no se quiere ni se busca la muerte, aunque por motivos razonables se corra ese riesgo. Simplemente se pretende mitigar el dolor de manera eficaz, recurriendo a los analgésicos puestos a disposición por la medicina. Sin embargo, « no es lícito privar al moribundo de la conciencia propia sin grave motivo »: acercándose a la muerte, los hombres deben estar en condiciones de poder cumplir sus obligaciones morales y familiares y, sobre todo, deben poderse preparar con plena conciencia al encuentro definitivo con Dios.

Vamos a hacer una porra. ¿Se disculpará Stobbs o se le ocurrirá alguna otra para sacudir a Rouco? Leer su artículo después de leer este fragmento de la encíclica resulta bastante patético.

1:14 AM  

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