El PP y Batasuna apuestan por la abstención.

La política hace extraños, e involuntarios, compañeros de cama. Claro que el PP y Batasuna no tiene nada que ver, comenzando porque el PP es un partido democrático y Batasuna es la cara política de una organización terrorista, pero, en esta ocasión, comparten mensaje: ¡Qué la gente se quede en casa!
El PP ve que la única manera de gobernar no es que su mensaje sea avalado por la mayoría de los españoles, sino en que los exigentes votantes de izquierdas se queden en casa. Es decir, se apoya sobre el mito de las dos Españas, confiando en los votantes de "su España". Eso explicaría la campaña de Rajoy, coordinada por el ultraderechista Antonio Solá.
Lo de Batasuna, y la izquierda abertzale bajo el paraguas de ETA, es la crónica de una derrota anunciada. Tanto miedo tienen al rechazo de sus propias bases, que llaman a la abstención, un voto que contabilizarán como propio, cuando, en realidad, la abstención tiene otra lectura.
Hay una razón más para no abstenerse bajo ningún concepto: No apoyar la deslegitimación democrática del PP, ni la estrategia de apropiación de la voluntad popular de Batasuna.
El 9-M todos a las urnas. Votad lo que sea, lo que queráis...votad al PP, joder, pero votad. La democracia necesita de ciudadanos que tengan capacidad de decidir y exigir. Sólo votando se puede influir en nuestro futuro, y reclamar el derecho de exigir durante 4 años más.