El ensordecedor silencio en torno al caso Betancourt
Álvaro Uribe ha aceptado intercambiar prisioneros por rehenes con las FARC. El presidente de Colombia ha accedido a negociar políticamente con la banda terrorista colombiana, ante las presiones de Francia, para realizar un canje humanitario. Vamos, lo mismo que hizo Hugo Chávez, por lo cual fue vilipendiado a diestra y siniestra.
Como en todo, depende de quién sea el actor, la crítica vira en un sentido u otro. No soy defensor de Hugo Chávez en absoluto, me parece un tipo que tuvo su momento, que encarnó una esperanza en América Latina, pero que ha sido superado por algunos dirigentes regionales. Pero como no todo es blanco ni negro, Hugo Chávez acertó plenamente cuando trató de mediar con las FARC para provocar liberaciones de secuestrados por parte de la guerrilla colombiana.
Por este hecho, la prensa más derechista se tiró al cuello del presidente bolivariano, tildándolo de mezquino, proterrorista, de legitimar la violencia, de dotar de status de interlocutor a las FARC...y se contraponía la figura de Uribe, personaje del que no tengo una opinión muy negativa, serio, mano de hierro contra el terror...
Y mire usted por dónde, Álvaro Uribe coge y se pone a ofrecer canjes de presos por secuestrados. Vamos, lo que viene a ser una negociación con una organización terrorista.
¿Dónde están todos aquellos que cantaban las albanzas de la mano de hierro de Uribe?
Uribe ha hecho lo correcto, y, si coge el toro por los cuernos, puede apoyarse en unos vecinos con buenas conexiones con la guerrilla, para acabar de una vez por todas por el cáncer que impide a Colombia, posiblemente el estado con mayor preparación y recursos para seguir a Uruguay y Chile en su liderazgo latinoamericano.
Al terror atávico se le debe combatir con la ley y con todos los mecanismos políticos que fuercen a los violentos a abandonar la violencia.
1 Comments:
seguramente esto sea visto como una cuestiòn humanitaria, y a nadie se le ocurra tacharlo de negociar con terroristas (hablamos de gente con delitos de sangre), ni de entregar el estado, ni nada parecido...
Parece que el océano Atlántico es capaz de difuminar muchas cosas, sobre todo algunos argumentos..
no?
Que conste que considero que la vuelta a casa de Ingrid ha de considerarse una prioridad, y la solución en Colombia también, pero Ingrid corre peligro de muerte inminente... lo urgente es lo urgente.
Por lo demás, ¿todo bien?
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