El Control de los Medios
Mucho revuelo es el que, últimamente, está levantando la "guerra de medios" en España.
No será esta reflexión un intento de criminalizar a unos medios u otros, sino una crítica a cerca de los intentos por parte de los partidos catalanes, y del propio Gobierno de España, de otorgar a órganos políticos designados a dedo poderes para cerrar medios, cancelar emisiones o sancionar a los medios de comunicación que, a su juicio, cometan infracciones.
Obviamente, como en todo estado europeo, debe existir un Comité Audiovisual que otorgue licencias y vele por el cumplimiento riguroso de esas concesiones en los términos en que se pactaron, que es lo que se deriva de su naturaleza administrativa. Nada que objetar, pues, al especial control formal que se debe sostener sobre empresas privadas que se benefician en régimen de exclusividad de una concesión estatal.
Lo que no veo tan claro es la posibilidad de conceder a órganos administrativos una potestad sancionadora que, de facto, iguala su potencial represor al de los Tribunales de Justicia. No es bueno que un órganismo político pueda cerrar una emisora de radio porque, a su juicio, haya "traspasado los límites de la libertad de expresión".
¿A caso no tenemos una vasta red de Tribunales de Justicia?
Cosa distinta sería que ese Comite Audiovisual creara un dossier que entregara, por ejemplo, al Fiscal competente con el fin de abrir una investigación tendente a sancionar a determinado medio por cometer un delito. Eso sería, no solo deseable, sino, desde un punto de vista legal, obligado, ya que el Estado debe velar por aquellos derechos de los que es titular, que, obviamente, genera obligaciones, entre las que se encontraría el evitar la comisión de delitos con licencias por él concedidas.
Este intento político de controlar los medios me recuerda mucho a la Ley de Partidos, con la cual se criminalizó y expulsó de los cauces democráticos a un partido político ateniéndose a meros parámetros políticos, y no penales o criminales, puesto que, por ejemplo, no condenar el terrorismo no puede ser, en ningún caso, tipificado como delito, y sin embargo fue admitido como prueba para ilegalizar a una fuerza social, nos guste más o menos.
Los políticos deberían dejar que la Justicia actuara sin necesidad de crear órganos "ad hoc" para suplantar su labor. Si el PSOE u otras fuerzas creen que la COPE debe recibir algún proceso sancionador derivado de su actividad no tienen más que seguir el ejemplo de ERC, presentar una denuncia llena de pruebas y, con ello, dejar en manos de quien debe, esto es un poder independiente, la resolución.
No todo vale, ni contra la COPE ni contra nadie.
Feliz Navidad a todos.
4 Comments:
De acuerdo parcialmente con tus opiniones, pero como muy bien señalan varios blogs, no ha habido intento de cerrar la Cope. Simplemente se ha elaborado un informe, que para eso, entre otras razones, está el CAC. Y lo ha hecho sobre una base razonable, los 24 cortes de voz (el enlace al pdf lo tienes en mi blog, en el diario El Mundo y me imagino que en cientos de sitios), de la cadena del episcopado.
Si se produjera un cierre político, entonces sí que saltaría en defensa de la Cope. Acordándome, mientras tanto, de todos los que festejaron con la boca pequeña, o con amplitud de sonrisa, el cierre del Egin. Los motivos legales no eran políticos, pero sí lo era la alegría de quienes celebraron a la ligera el cierre de un medio de comunicación. Entonces brindaban; hoy, se echan las manos a la cabeza. Y yo, y tú, y tantos que no comulgamos con ellos, si les cerraran su radio, seríamos los primeros en protestar. Para que luego digan que no hay diferencias...
Perfecto, la verdad es que tu comentario es el complemento perfecto para la idea que quería transmitir.
No me cabe duda que Losantos es un criminal, y que la linea editorial de la COPE tiene muchos visos de incurrir en ciertos artículos del Código Penal.
Pero critico el uso político de ciertos organismos con el objeto de controlar lo que se dice.
Igual que con Egin, igual que con Egunkaria.
Gracias por la visitilla.
Completamente de acuerdo, lo suscribo, que gusto ver que aun pensando de forma diferente los dos respetamos las reglas de juego, si hay jueces es para algo.
Me ha encantado este parrafo "Lo que no veo tan claro es la posibilidad de conceder a órganos administrativos una potestad sancionadora que, de facto, iguala su potencial represor al de los Tribunales de Justicia. No es bueno que un órganismo político pueda cerrar una emisora de radio porque, a su juicio, haya "traspasado los límites de la libertad de expresión".
¿A caso no tenemos una vasta red de Tribunales de Justicia?"
Has dado en el clavo.
Saludos
Muy buen comentario, pero la comparación con HB no es afortunada, porque a HB no la ilegalizó la ley de partidos, sino una sentencia judicial que la declaraba parte integrante de ETA. El caso Egin, 3/4 de lo mismo.
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