Monday, May 15, 2006

Inmigración

La inmigración es un tema espinoso en el que es muy fácil ser demagogo y explotar la vena emotiva de la gente, con el fin de hacer ver lo que no es.
Estos días se repiten, tristemente, imágenes de pateras o cayucos que arrivan a nuestras costas plagados de subsaharianos que persiguen un sueño, el mismo que perseguimos tú y yo, el sueño de una vida mejor para su familia, una seguridad para su futuro, un bienestar para su vejez...una vida digna. Poco les importa arriesgar su vida, entregarse a mafías, dejar a sus familias...el sueño es demasiado importante como para preocuparse por esas nimiedades.
El primer considerando que es necesario establecer es que la inmigración ilegal es un problema. Pero no el problema que se nos quiere vender. La inmigración ilegal no está desestabilizando España ni creando graves desordenes sociales o económicos, antes al contrario, según las perspectivas económicas de la OCDE y la UE, para que España pueda conservar el (débil) nivel de bienestar social que posee se hace imprescindible la llegada de inmigrantes que colaboren en el sustento de nuestras arcas públicas.
El segundo considerando a realizar es la constatación de que la inmigración es una consecuencia de las desigualdades económicas existentes, y no una decisión fruto de la libre elección de los subsaharianos o los sudamericanos que buscan su futuro en Europa.
Lo sorprendente no es que arriven a nuestras costas 1000 inmigrantes diarios, lo sorprendente es que no arriven 1.000.000, sabiendo que a 100 kilómetros de travesía se encuentra la sanidad para tu esposa enferma, la educación para tus hijos, los bienes de consumo para tu familia, la seguridad para tu retiro...a 100 miseros kilómetros se encuentra el cielo.
Con frecuencia se escuchan comentarios del tipo "hay que frenar la invasión de indocumentados, que amenazan con quebrar nuestra Seguridad Social y quitarnos el trabajo", amén de simplificaciones que soslayan la enorme responsabilidad que la superestructura económica tiene en esta cuestión. En efecto, si no existiese una demanda efectiva de indocumentados, con todas las "ventajas" empresariales que ello ofrece (bajos salarios, nula cobertura, inexistencia de derechos), por parte de cierto tipo de empresarios, no habría tal nivel de indocumentados.
El tópico es ciertamente débil, sin las cuotas de la inmigración la Seguridad Social quiebra. Así de simple...¿amenazan los inmigrantes nuesta Seguridad Social? NO.
Por último, es lugar común en el discurso conservador, abiertamente anti-inmigración, el apelar a la solución de las repatriaciones. Esta aseveración, sin duda hecha de mala fe a poco que se conozca el tema, quiebra por la existencia de unos derechos inherentes a todos, entre los que se encuentra la imposibilidad de ser repatriado si se desconoce el país de procedencia del sujeto a repatriar. ¿A caso es admisible mandar a un ciudadano subshariano a un país indeterminado sin tener la plena certeza de que es de allí, y no sufre persecución, acoso o cualquier otra forma de violencia?
La solución más aceptable, desde mi punto de vista, y siguiendo al profesor Alejandro Rodríguez Carrión, es la de pergeñar un auténtico plan de institucionalización, construcción económica y democratización de la zona, a imagen del plan Marshal o del PHARE. Dicho plan desincentivaría la migración, ya que el aumento de las condiciones de vida en los países objeto del plan eliminaría parte del principio de necesidad que rige la lógica migratoria.
Sólo encarando de modo realista y ambicioso el problema se alcanzará una solución factible.

1 Comments:

Blogger Mendiño said...

La inmigración es malísima...sobre todo para los inmigrantes.

Me gustaría imaginarme un mundo sin fronteras en el que cualqueira pudiera decidir dónde querer instalar su hogar.

Lo que existe ahora no es inmigración, es una deportación, un éxodo. No es que el inmigrante (sobre todo el africano) decida venir a Europa. Es que no le queda otro remedio.

Da igual que venga obligado por el hambre o el fusil y los grilletes...en los cayucos siguen viniendo esclavos, mano de obra barata. Si Europa está contenta de que ya no existen negreros es porque...el propio sistema es el negrero.

¡Ellos mismos vienen a ofrecernos su trabajo! Así nos ahorramos las caravanas y los mercados de esclavos, y nuestra conciencia queda limpia. Incluso podemos decir: tantos no, tantos no, con unas pocas decenas de miles basta.

Y la tendera de barrio, que rechina los dientes cuando pasa un inmigrante. Como si para el inmigrante fuera un plato de gusto el cruzar medio mundo dejando su tierra para poder vivir dignamente!

Entre la emigración, el SIDA y las hambrunas derivadas de las cada vez más frecuentes y pertinaces sequías...en África no van a quedar más que cebras, leones y elefantes.

12:23 AM  

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