Un buen formato

Tras ver las dos entregas de "Tengo una pregunta para usted" no me cabe duda alguna de que es un buen formato, una bocanada saludable que enfrenta a los políticos con una representación más o menos fiel de la ciudadanía. Hay que continuar con el experimento en tiempos venideros. Tal vez fuera bueno tener una edición al año, algo así como el "Debate sobre el Estado de la Nación", pero con ciudadanos.
Ni Zapatero ni Rajoy se libran de las críticas. Al Presidente le vi frío, incómodo, excesivamente formal, aunque tratara de acercarse a la gente tratándoles de tú. Apabuyó con cifras, reflejo de sus éxitos, pero no supo "vender" su idea con corrección.
A Rajoy le vi más cómodo, más seguro de sí mismo, pero excesivamente difuso. Si entresacamos algunas de sus afirmaciones podría pasar perfectamente por un líder comunista, o por un democrata cristiano austríaco. Sus grandes frases estuvieron llenas de vaguedades, ninguna concrección. "Me alegra que me haga esa pregunta. El sentido común nos dice que blablabla, y si llego a ser Presidente me comprometo a llevarlo a cabo". Este fue el tono mayoritario de su discurso, se hablase de vivienda o de pensiones. Incluso apeló a la "justicia social", concepto que los liberales quieren destruir por todos los medios.
Ninguno de los dos estuvo brillante, aunque ambos mantuvieron un nivel correcto en un formato novedoso.
Zapatero falló en la anécdota del café...Rajoy se estrelló al no querer revelar su sueldo, y contestar con cierto tono agresivo a la discapacitada que se lo preguntó. Zapatero estuvo muy parlamentario, Rajoy más "de calle". Ambos se merecen el reconocimiento de haberse sometido al experimento, espermos que repitan.
Una cosa me quedó muy clara ayer. Rajoy está por encima de los que le rodean, es mucho mejor en las formas que las hienas que conforman su núcleo duro. Su forma de hablar, su sosiego, lo que dice y cómo lo dice, al menos ayer pareció desmarcarse mucho de su Secretario General, Ángel Acebes, o de Eduardo Zaplana, Jaime Ignacio del Burgo o Alicia Castro, auténtica guardia pretoriana de la crispación. Solo está mejor que acompañado.
Precisamente por eso Federico Jiménez Losantos le ponía a caer de un burro esta mañana, por ser un "maricomplejines", es decir, por ser un derechista más moderado que él.