¿Medio vacío o medio lleno?

La izquierda abertzale ha registrado un nuevo partido político.
En sus estatutos, según ha filtrado GARA, se comprometen a construir el socialismo y lograr la independencia por vías exclusivamente democráticas.
¿Suficiente?¿Decepcionante?¿Vale?
Quizás sea pronto para decir nada. Tal vez debamos conocer más detalles para juzgar las intenciones reales de los representantes de la izquierda nacionalista vasca, pero, analizándolo a vuelapluma, el compromiso explícito de usar únicamente vías democráticas parece un paso que, por modesto que pueda parecer, debe valorarse.
Cambiar la mentalidad de una banda de asesinos es muy difícil, pero buscar salidas para que la base social sobre la que se apoyan esos asesinos les repudie puede resultar más sencillo.
En mi opinión el fin primordial de este proceso de paz no debe ser acabar con ETA, sino dejar a ETA sin base social, sin sustento, sin apoyo. Hacer que ningún joven del Euskadi piense, ni por un segundo, coger una pistola con el fin de lograr la independencia.
Aunque quizás es que los seres humanos necesitamos creer, y nos autoengañamos cuando creemos que podemos ver el final de la pesadilla...

De momento, prefiero ser cauto, aunque optimista.