Londres

Un nuevo ataque terrorista ha golpeado el corazón de occidente. Los fundamentalistas han vuelto a llenar de sangre y lágrimas a cientos de familias que ven como sus seres queridos desaparecen por la sinrazón de los extremistas a sueldo de multimillonarios como Osama Ben Laden, que poco tienen que ver con los musulmanes de a pie, los primeros en sentir que se utilicen sus creencias más profundas a cuenta de un espurio interés económico.
No hay otra lectura posible a la barbarie que la solidaridad y unión con el Gobierno británico, que desde el principio ha apuntado a Al-Qaeda como autora del atentado.
Debemos, hoy más que nunca, abrir las mayores vías de diálogo con el mundo árabe, porque solo mediante la unidad entre la civilización occidental y el mundo árabe podremos combatir al fundamentalismo, anulando sus razones de ser.

We are all British!