Sólidos conocimientos jurídicos.

Parece ser que César Vidal ejerció alguna vez la abogacía. Al menos eso es lo que él dice. No lo dudo, porque no tengo porqué dudarlo, pero me parece que sus estrucutra de pensamiento jurídico está muy alejado del positivismo que informa las instituciones legales existentes en España y la mayoría de los Estados Occidentales.
Tengo al sr.Vidal como alguien con una enorme cultura cegado por el fanatismo. Todos los días nos sorprende con algún razonamiento que, hábilmente envuelto, pasa por verdadero ante los ojos del oyente, que no escuchante.
Ayer don César, como gusta de ser llamado, se descolgaba con una catarata de descalificaciones contra los estamentos judicial y político por creerles pasivos ante la situación política de la Izquierda Abertzale. La cuestión es que, en un silogismo que parece lógico, el conductor de La Linterna argumentaba que si Batasuna es parte de ETA, y hay miembros de Batasuna en alguna candidatura, esa candidatura o partido debe ser ilegalizado ipso-facto, ya que está claramente bajo la línea de mando de ETA.
Sin embargo, hay algo que falla dramáticamente, y convierte el silogismo en una falacia, a saber, la ilegalización de un partido político no elimina "per se" los derechos políticos de las personas que lo integran, ya que los derechos individuales son diferentes a los derechos de los que gozan las personas jurídicas, y radican en distintos ámbitos.
Distinto sería que Batasuna, por sentencia judicial, hubiera sido declarada asociación de malhechores, o banda armada, pero, por desgracia para César y sus corifeos, no es así.
Y precisamente porque no es así, es un disparate jurídico de primera magnitud ilegalizar un partido político porque en sus listas se encuentren individuos que han formado parte de otras opciones. ¿A caso si ilegalizan, dios no lo quiera, Izquierda Unida yo no podré ir en ninguna otra lista por haber sido candidato de IU en 2003? ¡Sería un disparate!
Si se quiere privar de los derechos políticos a Otegi, Permach y su cuadrilla hay una solución al alcance de cualquiera: vayan al juzgado de guardia y presenten una querella por integración en banda armada, o por colaboración con banda armada, o por conspiración contra la Corona, o por lo que gusten. Consigan una sentencia favorable y, a partir de ahí, nadie les podrá negar la razón.
A día de hoy, nos guste o nos disguste, Otegi, Fullaondo, Barrena y demás son individuos con sus derechos políticos intactos, y, por tanto, deberían poder presentarse a las elecciones, y que fueran los electores los que les ilegalizaran por la vía de los votos.

Leeros el comentario de Ricardo Royo-Villanova sobre el tema, es muy recomendable.