La familia cristiana.
Madrid. Cientos de miles de personas se manifiestan en defensa de la familia católica, exigiendo al Gobierno que actúe conforme a los principios de una moral particular, para salvaguardar los principios escritos en un antiguo libro que algunos creen dictado por un tal Dios, en forma de "verdad revelada".
Esos cientos de miles, que podrían ser socios de cualquier club, como el club de tenis más cercano a su casa, profesan una fe que excluye, como toda fe, a todo aquel que la objeta, apiadándose de su alma por no creer en el Dios verdadero.
La religión nunca puede abstraerse de la realidad socio-política, ya que perdería gran parte de su poder, el poder de dirección de las masas que le confiere la creencia en un ser superior que, maldita la gracia, ya podría indicar a sus fieles el camino de la solidaridad, y no el de tocar los cojones al prójimo.
Me da lástima que la Iglesia Católica española esté en perpetua campaña electoral, alentando a sus fieles a ejercer el voto conforme a dogmas, y no a reflexiones.
Esto me da pié a poner un fragmento del libro que estoy leyendo ahora mismo, un libro maravilloso, llamado "La pesca de salmón en Yemen", de Paul Torday, y editado por Salamandra. En él, el Doctor Alfred Jones, protagonista de la novela, se dirige a un club humanista para explicarles la inexistencia de Dios en los siguientes términos:
"El tema era que si creemos en Dios estamos forjando de inmediato una excusa para tolerar la injusticia, las catástrofes naturales, el dolor y la pérdida. El cristianismo y otras religiones aducen que Dios no creó el sufrimiento sino el mundo en que el sufrimiento ocurre, y que el sufrimiento nos permite redescubrir nuestra unidad con Dios. Argumenté que semejante enfoque es contrario a la lógica. Todas las catastrofes, toda pérdida, todo sufrimiento demuestran que no es posible la existencia de Dios, pues, ¿por qué una divinidad que es omnipotente crearía un universo tan proclive al desastre y a los accidentes? La fe religiosa, añadí, fue inventada para apaciguar a las multitudes dolientes y garantizar que no formularan las preguntas realmente difíciles, que, en caso de ser respondidas, tenderían a conducir al progreso"
Feliz salida y mejor entrada de año a tod@s.