Sin comentarios

Francisco José Alcaraz (Presidente de la AVT): "En los próximos días ETA dejará 200 pistolas encima de la mesa para ayudar al Gobierno"

José María Aznar (Presidente de Honor del PP): "El señor Z ha negociado, negocia y negociará con ETA si continúa en el Gobierno"

Estos son dos de los gurús de la campaña de Rajoy...¿necesitamos más razones para no votar a la derecha?

Bienvenidos sean los debates

Después de 15 años ha vuelto el debate cara a cara entre candidatos a la Presidencia del Gobierno.
El envite ha sido bueno, con momentos muy buenos. Ha estado cargado de tensión, de reproches, de ideas, de contraposición. No ha defraudado, desde luego.
Rajoy salió fuerte, duro...quizás demasiado. Su discurso estuvo en la línea de lo que ha hecho durante los últimos cuatro años, centrado en el terrorismo, la ruptura de España y la inmigración, tema que llevaba estudiado al dedillo. El problema es que se ha pasado de frenada cuando ha acusado al Presidente de "agresor de las víctimas", y a los inmigrantes de delincuentes. En definitiva, su discurso ha sido muy eficaz para sus partidarios, pero ha cerrado definitivamente cualquier resquicio de centrismo en el PP, y eso puede haberle costado el apoyo de muchos indecisos. Su conclusión final pasará a los anales como uno de los momentos más incoherentes y absurdos de la historia de la política española.
Zapatero comenzó con un tono demasiado desapasionado, aunque se ha ido entonando. Ha ido de menos a más, con momentos excelentes en política social, y retos del futuro, y hábiles réplicas en materia de inmigración y terrorismo. Mostró humanidad cuando Rajoy se enfangó en el tema de las víctimas, y su pose y su tono sonaron convincentes y cercanos.
De todos modos deberá mejorar y ser más Zapatero en el segundo debate, ya que no se puede permitir unos primeros 15 minutos tan fríos, ante un rival al que podía haber dado la estocada ante su cúmulo de errores en la segunda parte del debate.
En definitiva, y en mi opinión, Zapatero ha ganado un buen debate, aunque no ha goleado a un rival que sabe que se juega su supervivencia política en estos debates.

Buen debate, dos modelos.

El debate televisado por Antena 3 entre Solbes y Pizarro no ha decepcionado. El Ministro de Economía y el ex-presidente de Endesa han sostenido un animado toma y daca durante unos 70 minutos que han dado para mucho.
Solbes manejó con mayor comodidad el enfrentamiento, respondiendo con firmeza y rigor a las invectivas de Pizarro, más centradas en lo emotivo que en lo económico.
Pizarro se mostró excesivamente vago en sus apreciaciones, sin entrar en cifras que, obviamente, le eran desfavorables; y se dedicó continuamente a tratar de pintar un país en crisis.
¿Crisis? Pizarro comenzó con un directo: "España va mal". Quizás cuando lo dijo no pensó en que todos los indicadores económicos, salvo la inflación, están mejor que en 2004, especialmente el paro, casi 3 puntos inferior al que dejó la administración conservadora.
Solbes enfrentó en diversas ocasiones a Pizarro a su realidad: ser un ultraliberal partidario de la privatización cuasi-total de los servicios públicos y de la eliminación de las medidas sociales emprendidas por el Gobierno del PSOE. Y lo hizo con calma y fundamento.
Ambos incidieron en que el 9-M se elige entre dos modelos, y, en mi opinión, este debate ha servido para clarificar aún más a qué modelos nos referimos: el de la socialdemocracia, que ha permitido alcanzar las cotas de bienestar más altas del mundo; o el del ultraliberalismo, que tantas desigualdades sociales ha creado en los EEUU y en los países excomunistas.

La historia le juzgará

Fidel Castro ha anunciado que abandona su puesto como cabeza del Estado cubano. Hoy es un día histórico para Cuba y para el mundo.
Castro ha sido una figura clave durante los últimos 50 años de la historia mundial. Ha estado en el punto de mira de 9 presidentes americanos, ha pasado de ser un ratón que miraba a los ojos al lobo feroz, a convertirse en un abuelo anacrónico. En todo caso, durante esos 50 años ha sido un dictador, con mejores o peores coyunturas, con un nivel de vida más boyante o más miserable, con una cara más amable o más dura...pero un dictador, y como tal, una figura condenable.
Cuba necesita dar un paso adelante, y, para ello, ningún momento será mejor que el presente. La Transición nunca ha estado tan cerca.
Pero la Transición cubana necesita, ineludiblemente, que los EEUU dejen su posición de asfixia a la Isla. Sólo así podrá Cuba ser realmente independiente. De momento, sólo Obama parece adoptar cierta flexibilidad en esta cuestión.
Ahora es momento de cuestiones abiertas y, con permiso, voy a tirarme un poco a la piscina:

¿Debe el PCC ser parte central en el proceso?

Sin duda. Uno de los grandes errores de la transición rusa fue la condena "a priori" del PCUS, en favor de la promoción de los elementos más oligárquicos del fin del régimen. En este caso, sería un desastre no contar con un Partido que, no nos engañemos, concita un apoyo estable dentro de la Isla.

¿Qué papel debe jugar la UE?

Debe apostar firmemente por la independencia de Cuba, apelando a su soberanía, dotando a las autoridades reformistas de los medios suficientes para instaurar la democracia.

¿Hay qué transformar el sistema económico inmediatamente?

No parece conveniente. El ejemplo más claro lo encontramos en Europa del Este. Muchos de los Estados de la Europa comunista, como Polonia o Hungria, tienen hoy un nivel de vida, medido en coeficientes Gini, similar a los años 80. La Transición económica debe ser gradual, no radical, de modo que la propiedad pública se maneje del modo más conveniente para el futuro de los cubanos, más allá de los golosos intereses empresariales.

¿Cómo actuará la disidencia?

La disidencia cubana es algo extraño y fragmentado. Por un lado están los grupos de extrema derecha de Miami, que no dudarán en actuar con todo tipo de medios, legales o ilegales, para tomarse la revancha de su posición perdida medio siglo atrás. Quizás supongan el mayor peligro a corto plazo. Los grupos internos son pequeños y pacíficos, y parece que se podrá contar con ellos, significativamente con Payá y Menoyo, para definir una gran reconciliación nacional que permita hacer un régimen democrático en el que quepan todos.

Yes we can

Las elecciones americanas de 2008 van camino de convertirse en un hito histórico, y buena parte de la culpa la tiene el aspirante demócrata Barack Obama, la figura que está consiguiendo que los americanos vuelvan a creer en la utopía, en el discurso social y en ellos mismos.
Obama es diferente. Recuerda, en muchos aspectos, a John F. Kennedy, cuando dice: "Estas elecciones no son históricas por mi, son históricas por vosotros".
Hay una frase que, personalmente, me ha encandilado del senador por Illinois: "Comencemos a construir el mundo como debería haber sido. Juntos podemos"
Dentro de esta potente ola en que se ha convertido la campaña de Barack Obama, el candidato que nadie esperaba, el outsider que acompañaría la triunfal campaña de proclamación de Hillary, hay momentos y señales que apuntan a un mundo distinto con Obama en la presidencia de los Estados Unidos. Esperemos que lo pueda lograr.
¡Qué lástima no ser americano para poder participar de este proceso!

Proyecto 80%

Me adhiero a la Plataforma de Apoyo a Zapatero (PAZ) y al Proyecto 80%

Como podéis ver a la izquierda de la página, he decidido enlazar la página de la PAZ (Plataforma de Apoyo a Zapatero), y del Proyecto 80%, que persigue lograr una participación del 80% en las próximas elecciones generales.
Por un lado, mi adhesión y firma del manifiesto de la PAZ responde a mi apoyo a la reelección de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno, habida cuenta de su notable performance durante esta legislatura. Los logros en materia social, el excelente comportamiento de la economía española, la modernización de las estructuras estatales y su apuesta por medidas socialdemócratas transformadoras y reformistas, merecen un rotundo apoyo en las urnas que permita a España seguir en la buena línea en la que ha estado inserta durante los últimos 4 años.
Además, ninguna de las alternativas que se presentan, especialmente la del primer partido de la oposición, son capaces de articular un proyecto interesante en el que se desarrolle una necesidad de cambio. Más al contrario, la derecha está empeñada en destruir el legado social de esta legislatura, sin importarle, con ello, arrumbar el buen nombre que España se ha forjado en la materia.
Por otro lado, el Proyecto 80% me parece muy interesante, puesto que pone sobre el tapete, por encima de coyunturas partidistas, la necesidad democrática de participar en el proceso electoral con un aluvión de votos que otorgue la máxima legitimidad al próximo Presidente del Gobierno. El Proyecto 80% parte de presupuestos progresistas y de izquierdas. Es lógico, la derecha nunca ha realizado llamamientos a la participación masiva, consciente de que el nivel de rechazo que levanta haría que una participación cualificada los lanzase a las catacumbas de la oposición. Por ello defienden, como bien dice Suso del Toro, ese cierto "enmerdamiento" de la vida política, que persigue que los ciudadanos piensen "todos son lo mismo". En definitiva, cuanto más restringida sea la participación, más feliz, sin duda, estará la derecha.
Por ello, no les podemos dar el gusto de quedarnos en casa, de no participar, de no decidir. El día 9 de marzo debemos ir masivamente a las urnas para marcar la línea que queremos seguir como país. Nos jugamos mucho, todos somos necesarios.

Un pasito p'atrás

La deriva que los conservadores españoles están emprendiendo tiene tintes de pasado. El PP está planteando una campaña de todo o nada, en la que sin importar de qué tema se discuta, se recurre a lo más bajo, primario e irracional del género humano.
Una estrategia muy habitual de la derecha, como ideología, es recurrir al miedo y al comunitarismo como vehículo de unidad. De este modo, la fantasmagórica sombra de un enemigo intangible se convierte en un problema para el que sólo la derecha tiene solución. Los ejemplos más claros se encuentran en los movimientos populistas patrióticos europeos, a los que parece que cada vez se acerca más el Partido Popular.
Ante presuntos males absolutos para la sociedad, léase laxitud moral o inmigración, se presentan recetas radicales con el objetivo de quemar la tierra sobre la que dichos males ha crecido.
El problema reside en lo indiscriminado que resulta echar gasolina y una cerilla sobre un terreno con un 5% de malas hierbas, corres el riesgo de quemar todo el bosque.
Pero esto no parece un obstáculo para el PP, que tiene muy claro que si debe quemar toda España para retornar al Gobierno, lo hará.
Sólo así se explica que todas sus propuestas miren al pasado, dando a entender que todos los avances que se han producido durante estos 4 años configuran la esencia de la caida en desgracia de España. Dicha desgracia sólo será salvada si los conservadores atrasan el reloj hasta el 14 de marzo de 2004, día en que el Apocalipsis emergió sobre las tierras ibéricas en forma de tromba democrática en favor del cambio.
Repasemos: Trasvase del Ebro, cierre de fronteras, recortes sociales, privatización de servicios públicos, marginación de homosexuales, intromisión de la Iglesia en el Estado, política bélica, política autonómica...Todo, absolutamente todo lo que elabora el PP tiene una fecha a pie de página: 2004.
Nada ha cambiado en estos 4 años, ni una sóla idea novedosa o adaptada al momento en el que vivimos.
Por ello nos debemos preguntar, ¿queremos volver a esa España del insulto permanente, de subditos y vasallos, de élites y parias? ¿Queremos que el Gobierno vea a los inmigrantes como mano de obra barata, y no como iguales que vienen a cumplir su sueño? ¿Queremos una España uniforme, gris, monocolor, que mira con nostalgia a las esencias morales de nuestra historia en lugar de hacer su hueco en el presente?
Aquellos que proclaman el fin de las ideologías nunca estuvieron tan equivocados. En España se enfrentan, sin ambages, la derecha y la izquierda, en unas elecciones que se presentan de lo más interesantes e importantes.

Democracia y orden moral objetivo

Los obispos, que saben tanto de democracia, han dicho que si nos desviamos del orden moral objetivo caeremos en el totalitarismo. La idea no tiene desperdicio.
¿Qué es el orden moral objetivo?¿Quién dicta el orden moral objetivo?¿Quién lo interpreta?
¿Dicta el orden moral objetivo que no se puede hablar con terroristas?¿Por qué la Iglesia ha hablado con terroristas a lo largo y ancho del mundo?
¿Dicta el orden moral objetivo que la homosexualidad conduce al totalitarismo?¿Qué repercusión política se deriva del hecho que mis vecinos puedan contraer matrimonio?¿No podré votar la siguiente legislatura si hay gays casados civilmente?
¿Dicta el orden moral objetivo que el ser humano debe sufrir horribles penalidades antes de expirar?¿No parece mucho más piadoso y caritativo que cada ser humano elija de qué modo quiere finalizar sus días?
¿Dicta el orden moral objetivo que una mujer sometida a violación debe ver su vida condenada por verse obligada a dar a luz al fruto de esa violencia?
¿Es el orden moral objetivo "objetivo"?
¿Es justo?
Detrás de todas estas preguntas no se esconden preceptos bíblicos, ni discusiones de fe, se esconde, sencillamente, el ánimo de los obispos por hacer política, que es lo que llevan haciendo miles de años.
El catolicismo, como toda ideología trascendente, niega la libertad de los seres humanos para decidir sobre cuestiones que sólo a él atañen, escudándose en supercherías y "verdades reveladas" absolutamente indemostrables, que conforman el cortijo de una serie de sujetos que ascienden y deciden mediante intrigas palaciegas e intereses oscuros.
Libertad para hablar, toda la que quieran, ¡faltaría más!, en este país existe un sistema democrático en el que nunca han creido que les permite hablar en público, pero, a cambio, deben aceptar verse sometidos a la crítica, sea esta más o menos directa, puesto que el juego democrático consiste, precisamente, en la perpetua confrontación dialéctica.
Y eso, queridos obispos, es obra del ser humano, nada debe a intervenciones del más allá.