1931 – 2006: 75º Aniversario de la proclamación de la II República
El 14 de abril de 1931 España rompía con su tradición histórica y depositaba la soberanía del Estado en el pueblo, en los ciudadanos, en los trabajadores de toda clase. La democracia se abría paso en un país no muy dado a ella, revolucionando la arquitectura socio – política que sustentaba el armazón del Estado, y dotando de una especial relevancia a las capas populares de la ciudadanía.
En este 75º aniversario de la proclamación de la II República, y ante el acoso que la historiografía neo – franquista esta lanzando sobre la memoria republicana, desde Por si a alguien le interesa... queremos satisfacer un doble deber moral para con la memoria republicana.
Por un lado un deber moral con las víctimas que sufrieron la represión por parte de las fuerzas golpistas por el mero hecho de defender la democracia.
Por otro lado el deber moral de poner de relieve la importancia y vigencia de los principios inspiradores de la era republicana, explicitados en su norma fundamental, la Constitución de 1931, una de las más avanzadas e igualitarias del mundo en su época, y que, aún hoy, haría palidecer a muchas normas vigentes.
Esos nobles principios vienen expresados a lo largo de su articulado de la siguiente manera:
Artículo 1. España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia.
Democracia, libertad, justicia…valores que el fascismo no aguantaba, y por los que tantos españoles dieron su propia vida; valores por los que, aún hoy en día, debemos, desde la afirmación de nuestras ideas, trabajar.
Artículo 6. España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional.
No a la guerra, a ninguna guerra. El sistema de la II República se configuraba como constitucionalmente pacifista, renunciando a un instrumento que, no olvidemos, era moneda corriente en la sociedad internacional.
Artículo 25. No podrán ser fundamentos de privilegio jurídico: la naturaleza, la filiación, el sexo, la clase social, la riqueza, las ideas políticas ni las creencias religiosas. El Estado no reconoce distinciones y títulos nobiliarios.
Igualdad ante la ley sin importar género, clase social, riqueza, religión, ideología…
La II República consagró la igualdad entre categorías de ciudadanos que, hasta entonces, habían vivido bajo la dominación de las clases dirigentes.
Artículo 26. Todas las confesiones religiosas serán consideradas como Asociaciones sometidas a una ley especial.
Estado laico. Ninguna confesión religiosa tendrá carácter oficial, ni será favorecida con respecto a otras. Separación, por primera y única vez en la Historia de España, de la Iglesia y el Estado.
Artículo 33. Toda persona es libre de elegir profesión. Se reconoce la libertad de industria y comercio.
Reconocimiento de la libertad económica. La II República se sostenía sobre un primigenio sistema de libre mercado, que sentaba las bases de la modernidad en la España del siglo XX, situándonos entre los países más avanzados de nuestro entorno.
Artículo 34. Toda persona tiene derecho a emitir libremente sus ideas y opiniones, valiéndose de cualquier medio de difusión, sin sujetarse a la previa censura.
Libertad de expresión, uno de los pilares más importantes de la democracia, uno de los principios sobre los que se asentaba la legalidad republicana, un principio por el que, aún hoy, muchos tienen que luchar para conseguirlo.
Artículo 39. Los españoles podrán asociarse o sindicarse libremente para los distintos fines de la vida humana, conforme a las leyes del Estado.
Libertad de asociación y sindicación, libertad para que los ciudadanos puedan unirse en la consecución de sus intereses.
Artículo 48. La enseñanza primaria será gratuita y obligatoria.
Enseñanza gratuita, para construir un país en paz, en libertad e igualdad. Sin cultura no hay libertad.
Artículo 69. Sólo serán elegibles para la Presidencia de la República los ciudadanos españoles mayores de cuarenta años que se hallen en el pleno goce de sus derechos civiles y políticos.
Cualquier ciudadano podía optar a ser Jefe del Estado, sin ser discriminado por razones de género, credo, ideología…
Artículo 94. La República asegurará a los litigantes económicamente necesitados la gratuidad de la justicia.
La II República garantizaba el acceso de todos a la justicia, haciendo que, por primera vez, las clases populares pudieran acudir a los Tribunales con garantías de obtener pronunciamientos favorables sin discriminarlas por motivos clasistas.
Estos son los más importantes principios que la II República trajo a España por primera vez, y que, a día de hoy, estamos orgullosos de reivindicar como propios.
La democracia, la igualdad, la paz, la libertad…conceptos sin los cuales no es concebible una sociedad moderna, conceptos que solo cedieron al silbar de las balas y el peso de las bombas fascistas, conceptos que hoy vuelven a estar en peligro por el ataque de los que quieren falsear la historia con el ánimo de exculpar al dictador que destruyó todo aquello por lo que el pueblo luchó.
Desde Por si a alguien le interesa... 75 años después reivindicamos como propios los principios que inspiraron el sueño republicano, y ponemos de relieve nuestra deuda moral con aquellos que hicieron posible que la ciudadanía creyera en su libertad.